El mercado del aceite de oliva en México es un mercado en crecimiento donde la producción local es prácticamente inexistente y las importaciones cubren prácticamente el total del consumo de aceite de oliva en el país. En todo caso, el volumen de las importaciones españolas se caracteriza por tener una tendencia ascendente en los últimos años. Por otra parte, a partir del 1 de Julio de 2009 las importaciones de aceite de oliva quedaron libres de arancel, el IVA aplicable es cero y se eliminó el sistema de cuotas compensatorias, lo que facilita la importación de este producto al mercado mexicano.
España es el principal proveedor de aceite de oliva en México
Con una cuota del 83,62% de las importaciones en valor y un 87,56% en vo
lumen. Su situación es claramente predominante con respecto a su más directo competidor, Italia, que se encuentra muy lejos en cuanto a cuota de mercado, tanto en volumen, como en valor.
Además de las grandes marcas de aceite de oliva español, se constata un manifiesto interés por parte de los importadores-distribuidores mexicanos en abrir su oferta a marcas nuevas de aceite de oliva, dirigidas a nichos específicos – tiendas gourmet, restaurantes de gama alta. Esto puede llegar a suponer oportunidades interesantes para las empresas españolas que quieran posicionar su producto en México, aunque no suelen suponer volúmenes de producto significativos.
El principal cliente final de este producto es un segmento poblacional específico de renta mediaalta, así como la población española o de ascendencia española, generalmente también con un alto poder adquisitivo, que vive en México. Esto reduce el consumo principalmente porque ni existe una cultura del aceite de oliva y porque la percepción del mismo con respecto a otros aceites vegetales (maíz, soja) es de ser un producto caro.
Canal de importación:
En el caso del aceite de oliva, nos encontramos con dos tipos de importadores y canales de distribución: el importador-distribuidor que comercializa el producto en todos los nichos (grandes superficies, tiendas gourmet y canal horeca), así como la gran superficie, que considera atractivo importar el aceite de oliva (generalmente, con marca propia).
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