Lanzar una startup en México es una aventura que seduce a muchos emprendedores españoles. Con mercados todavía en fase de expansión y una población de casi 130 millones de personas, el país con más hispanohablantes emerge como una tierra de oportunidad para lanzarse a emprender al otro lado del Atlántico. «Si eres una persona seria, cumplidora y largoplacista, los retornos en tu trabajo son mucho más grandes que los que puedas encontrar en Europa»¸ dice Álvaro de Juan, un español que desde 2014 dirige la empresa mexicana de mensajería express iVoy.
Mientras que en Europa y Estados Unidos muchos mercados ya están desarrollados y han alcanzado cierto nivel de madurez, en México todavía es posible encontrar segmentos vírgenes o en los que apenas hay competencia.
Eso es lo que motivó a Helena Verrón a iniciar en México su startup The Smart Flat, una plataforma que utiliza la inteligencia artificial para proveer servicios inmobiliarios. «Cuando llegué al país, identifiqué una oportunidad brutal en el sector inmobiliario porque los portales están como diez años de retraso con respecto a un Idealista», dice.
Mediante algoritmos, The Smart Flat realiza un perfilado inteligente para mejorar la compatibilidad entre propiedades y clientes. «El futuro de los portales inmobiliarios se basa en la inteligencia artificial. Aquí este sector todavía está poco digitalizado», dice la emprendedora española sobre la oportunidad de montar su empresa en México en vez de en Europa. The Smart Flat inició operaciones en junio de 2021 y ya cuenta con 55.000 propiedades en su plataforma.
«México tiene gran cercanía geográfica con Estados Unidos permitiendo que las startups puedan expandirse a este país de forma orgánica», dice Agustín Redondo, el director de Wayra Hispam, sobre otra de las oportunidades para las empresas de alto crecimiento. Veinte de las 100 startups activas que Wayra Hispam tiene en su cartera son mexicanas. «México ya lleva acumulada una inversión por parte de Wayra de 3,5 millones», dice Redondo, quien dirige la división latinoamericana de la iniciativa de apoyo al emprendimiento de Telefónica.
Retos emprendedores
Aunque existen grandes oportunidades para emprender en un mercado emergente como el mexicano, también hay multitud de retos a los que los empresarios deben enfrentarse, empezando por los culturales. «Hablamos el mismo idioma, pero somos diferentes. Para hacer negocios aquí tienes que mimetizarte y hacer negocios como un mexicano», dice Evaristo Babé, fundador de Pulpo, una startup que provee un software que simplifica la gestión de flotas de vehículos.
Babé, español en México desde 2013, ha visto llegar a México a multitud de emprendedores españoles en la última década, con casos de éxito y fracasos. En su opinión, la Ciudad de México cuenta actualmente con un ecosistema emprendedor «en ebullición», formado por emprendedores locales e internacionales. Bitso, Clip, Konfío, Kavak y Jokr son algunas de las startups que son ‘unicornio’, es decir, están valoradas en más de 1.000 millones de dólares. «De la siguiente generación de emprendedores mexicanos van a salir 50 unicornios. Los emprendedores de aquí le han perdido miedo a la internacionalización», dice.
Sin embargo, uno de los mayores retos que comparten las startups es la dificultad para encontrar talento. Esta situación, que abarca desde los desarrolladores hasta los altos cargos, hace que muchas startups compitan por los mismos trabajadores. «La gente cualificada en México gana más dinero que en España», comenta de Juan, CEO de iVoy.
El acceso a la financiación es otro reto habitual. «Lo normal en México es que los fondos te pidan que demuestres entre 6 y 12 meses de ingresos para invertir en tu startup»¸ dice Verrón, de The Smart Flat. Sin embargo, de Juan afirma que la situación ha mejorado mucho en los últimos años. «Han surgido muchos fondos en Latinoamérica por la cercanía a Estados Unidos. Además, los problemas regulatorios en China han hecho que muchos fondos de capital riesgo globales interesados en los mercados emergentes hayan puesto sus ojos en esta región», concluye.
Digitalización
Aunque no esté al nivel de Estados Unidos o Europa, México muestra un nivel de digitalización bastante desarrollado en comparación con otros países de su entorno. Se espera que la penetración de smartphones, que era del 65% en 2019, alcance el 74% en 2025, según un informe de la consultora GSMA.
Un 66,5% de la población mexicana tiene acceso a internet, un porcentaje superior al de Guatemala (41,4%), pero inferior al de países como Chile (92%), Argentina (91,2%) o Brasil (74,8%). Es importante tener en cuenta que México es un país muy montañoso cuya superficie es unas cuatro veces la de España. Mientras tanto, el uso de aplicaciones de movilidad como Cabify o de pedidos a domicilio como Rappi es habitual en la Ciudad de México, la capital, pero también lo es en las principales ciudades del país. Sin embargo, no lo es tanto en pueblos o zonas remotas.
En cuanto al ‘ecommerce’, en 2020 se registraron ventas por valor de 316.000 millones de pesos (13.612 millones de euros), un 81% más que en 2019, según un informe de la asociación mexicana de comercio electrónico AMVO. El porcentaje es muy superior al crecimiento del 9% que entre 2019 y 2020 registraron las ventas del comercio electrónico en España, un mercado más maduro en el que estos negocios cosecharon 51.600 millones de euros en 2020, según datos de CNMCData.
Dos de los factores que impulsan la digitalización en México son su enorme población joven y el crecimiento de la penetración de los servicios financieros. Aproximadamente el 25% de su población, unos 31 millones de personas, tiene entre 15 y 29 años. Mientras tanto, el 53% de los adultos no tiene una cuenta bancaria y la economía sumergida es un medio habitual para gran parte de la población en un país donde el 43,9% de sus habitantes vive en la pobreza, según la agencia gubernamental Coneval.
Sin embargo, muchas startups están centradas en ofrecer soluciones con servicios financieros para quienes no disponen de cuenta bancaria. De esta manera, muchas personas logran acceder a servicios digitales que de otra manera no podrían pagar. Asimismo, el uso de tarjetas de débito y crédito es cada vez más extendido. Según una encuesta de Visa, el número de transacciones con tarjeta de débito creció un 4% en marzo de 2021, comparado con marzo de 2020.
Fuente: www.abc.ese