En las últimas décadas, el fenómeno del offshoring –estrategia de subcontratación de parte de la producción a proveedores en países de ultramar, principalmente en Asia– ha perdido atractivo, y cada vez son más las compañías que consideran relocalizar esos eslabones de su cadena de suministro en países más cercanos a su base de operaciones.
En el sector industrial esta práctica es conocida como nearshoring y México, al compartir frontera con los Estados Unidos, es uno de los países que mejor está aprovechando sus beneficios. Conoce las características y ventajas de esta tendencia.
Nearshoring: cambio de marea
De acuerdo con analistas, son dos las razones principales que hicieron a las empresas dejar de ver a China como el destino de inversión para manufactura: el aumento de costos–especialmente en mano de obra– y la guerra arancelaria con Estados Unidos.
Respecto al primer punto, según datos del Informe Mundial de Salarios de la Organización Internacional del Trabajo, los salarios reales promedio en China casi se duplicaron entre 2008 y 2017, rebasando por mucho el ritmo de crecimiento global en el mismo periodo.
Asimismo, un análisis de la agencia de brokerage Savills señala que, conforme el gigante asiático empezó a desarrollar su potencial productivo, la competitividad de sus costos empezó a erosionarse. Por citar un dato, el costo laboral unitario de manufactura (es decir, el cociente entre salarios por unidad producida) aumentó 285% en los últimos 20 años.
En cuanto al conflicto comercial entre las superpotencias económicas –que comenzó en 2018 y representa unos 500 mil millones de dólares (mdd) anuales en impuestos recíprocos–, esta disputa “aceleró” la decisión de las compañías que ya habían detectado alzas de costos para diversificar –o de plano desinvertir– su posición en China.
A esto se suman condiciones como: la piratería de propiedad intelectual (con una pérdida anual de hasta 250 mil mdd en software y mercancías apócrifas), los casos de explotación laboral y los retrasos o afectaciones al suministro por desastres ambientales (tsunamis, tormentas tropicales) o emergencias sanitarias, como ocurrió recientemente con el brote de coronavirus COVID-19.
¿Por qué el nearshoring en México?
¿Pero qué es el nearshoring y por qué es importante en el contexto actual del comercio internacional? A grandes rasgos, el nearshoring es la estrategia de negocios que permite a las compañías acercar los centros de producción a sus mercados de consumo, con el objetivo de generar beneficios en materia logística y de transporte.
Así, las empresas pueden aumentar su capacidad de respuesta a las necesidades de sus clientes, con tiempos de entrega más cortos y una mayor flexibilidad ante potenciales crisis que interrumpan la cadena de suministro.
Adicionalmente, y con la entrada en vigor del nuevo Tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, antes TLCAN), México se convirtió en pieza clave para compañías globales que buscan mantener una posición competitiva en el mercado de Norteamérica.
El ejemplo más claro de este fenómeno está en el sector automotriz, como la inauguración de la nueva planta de BMW en San Luis Potosí que atrajo a proveedores de la armadora alemana –incluyendo empresas chinas– a establecerse en la zona, anticipándose al alza de 50 a 62.5% de contenido regional por unidad, según el nuevo acuerdo comercial.
Asimismo, la manufactura mexicana ha crecido en especialización, capacidad y experiencia, de modo que grandes compañías de las industrias automotriz, aeroespacial, electrónica y de dispositivos médicos hoy tienen presencia en nuestro territorio:
• General Motors
• Ford
• FCA (Fiat-Chrysler)
• Honda
• Nissan
• Mazda
• BMW
• Audi
• Safran
• Airbus
• Bombardier
• Siemens
• Philips
• LG
• Medtronic
• GE
• Becton Dickinson
Oportunidades del mercado industrial en México
Las ventajas del mercado industrial mexicano abarcan varios rubros, desde factores demográficos hasta políticas de fomento a la inversión. Algunas de las más importantes son:
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Costos laborales más bajos
En 2019, el salario promedio en México fue de 3.95 dólares por hora, comparado con 4.50 USD/hr en China. Aún con medidas de protección salarial (como el aumento a 40-45% de contenido de valor laboral automotriz producido por empleados que ganen 16 USD/hr, al cual se comprometió México con el T-MEC), los costos laborales son competitivos, tanto a nivel operativo como especializado.
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Cadenas de abastecimiento rápidas y seguras
En lugar de esperar tres o cuatro semanas por un embarque transpacífico, el suministro por tierra de México a EU suele tomar de 3-4 días. Esto reduce tanto el nivel de riesgo de toda la cadena así como los costos de transporte y almacenamiento por el manejo de inventarios más pequeños.
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Accesibilidad y contactos directos
Una diferencia horaria de máximo 3 horas facilita la comunicación y las visitas de supervisión, y se pueden modificar rápidamente procesos productivos o de diseño para seguir el ritmo de las preferencias cambiantes del mercado.
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Mayor productividad y control de calidad
La mano de obra mexicana está superando a la china no sólo en tasas de productividad, sino también en calidad. Además, cada año se gradúan más de 110 mil estudiantes de ingeniería, lo que garantiza el flujo de talento humano especializado.
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Protección a la propiedad intelectual
Los riesgos de robo de secretos comerciales son menores por leyes de propiedad intelectual en México equivalentes a las de los EU y que se aplican estrictamente.
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Aranceles más bajos
Debido al estatus de “nación más favorecida” por la reciente firma del nuevo tratado de libre comercio de América del norte T-MEC y los acuerdos de libre comercio firmados con más de 40 naciones de todo el mundo, México se ve favorecido por la reducción o eliminación de los aranceles e impuestos para insumos y productos de importación y exportación.